“Si conquistas tu mente, puedes conquistar el mundo”

Hablemos de la meditación y la salud mental

Es difícil hablar de salud mental.

En un mundo artificial, controlado por pantallas y redes sociales, nos hemos convertido en seres dependientes de la tecnología, de los likes y de las apariencias. No es ninguna sorpresa que las enfermedades mentales estén creciendo rápidamente y que tan solo en México la población con ansiedad crezca exponencialmente año con año. Sin embargo, a pesar del acelerado crecimiento de dichos trastornos, es difícil hablar de salud mental.

Vivimos en un mundo en el que las enfermedades y trastornos mentales son aún un tema poco hablado y casi prohibido. Hablar de salud mental, no es algo bien visto. Se hace a un lado la necesidad de ir al doctor, de externar y hablar estos problemas y de visibilizarlos ante nuestra sociedad tan entumida e ignorante. Evitamos hablar de estos temas cuando deberíamos ser conscientes que al igual que un padecimiento físico o una enfermedad, los trastornos mentales deben ser atendidos y cuidados con especial prioridad.

Vivimos en una era de más conexión tecnológica y menos contacto; de dependencia de likes, comentarios, fotos, mensajes de WhatsApp y esto, a su vez, nos ha vuelto seres más solitarios. Vivimos en una era fit, en la que entrenamos el cuerpo al máximo, cuidamos la estética y el físico, pero no fortalecemos ni entrenamos la mente. Dejamos de lado la parte más importante del cuerpo, la que lo controla todo y la que debemos trabajar diariamente para entender y cultivar.

Nos enfrentamos a días llenos de pendientes, responsabilidades y deberes y se nos dificulta monumentalmente parar. Detenernos a observar la vida y poner pausa por unos minutos se nos hace, irónicamente, la actividad más difícil de la vida. Se nos hace imposible e incluso inimaginable suspender nuestras actividades y tomarnos un respiro.

La mente se dedica diariamente a bombardearnos con pensamientos de todo tipo. Vivimos una vida guiada por el estrés y por lo menos yo, he buscado desesperadamente durante años una solución. Y es curioso, esa solución que he buscado tan desesperadamente solo la he encontrado a través de la calma y la paz con la meditación. Hablo desde la experiencia propia cuando digo que esta es la cura a todos mis males y que en este camino, mi mejor guía y maestra he sido yo misma. La meditación, conocida como el arte de detenerse a observar tu mente pensar o de silenciarla, ha sido un camino extremadamente difícil, y sin embargo, un método extremadamente efectivo para apaciguar mis pensamientos y controlar mi ansiedad. Esta experiencia es mucho más complicada de lo que parece, y a pesar de que se dice fácil, es muy difícil detener a la mente. Es algo que solo se puede experimentar intentándolo. Es impresionante intentar meditar (porque al principio rara vez lo logramos) y darnos cuenta del sin fin de pensamientos que pasan por nuestra cabeza en tan solo un minuto. Y es aún más impresionante y duro darnos cuenta de que muchos de esos pensamientos buscan auto sabotearnos a través de comparaciones con otras personas y dudas sobre nosotros mismos. Estos pensamientos son producto indudable del estilo de vida tan acelerado que llevamos, y no es sorpresa que la mente se acelere a su ritmo.

Para mí, lo más importante y sorpresivamente difícil para llevar a cabo una buena meditación es el enfoque en la respiración. Silenciar al cuerpo es un buen primer paso para lograr silenciar la mente. Respirar es algo que nos ayuda a calmarnos, a volver a nosotros mismos y a buscar nuestro centro. Existen diferentes alternativas para lograr una meditación exitosa, entre las que se encuentra la práctica de yoga, que fue lo que me guío a meditar en primera instancia. La práctica de yoga es una buena herramienta que nos impulsa a cambiar hábitos dañinos hacia nuestro cuerpo y mente, las posturas nos ayudan a purificarnos y a entrar en equilibrio. Las nuevas tecnologías nos han beneficiado y nos han dañado, sin embargo, si le vemos el lado positivo también nos han dado excelentes herramientas, incluso para meditar. Entre ellas puedo mencionar algunas aplicaciones que ayudan a meditar de forma guiada como Headspace y Breathe2Relax que te ayuda a hacer consciencia sobre tu respiración para calmarte en un estado de crisis o para comenzar a meditar. La realidad es que los trastornos y enfermedades mentales, tales como la ansiedad, son comunes. Vivimos en un constante estrés producto de nuestro apresurado día a día.

La meditación es una excelente opción para aquellos que padecemos problemas de ansiedad. Nunca estará de más detenernos, realizar una retro inspección y conocernos un poco más. Es importante entender que nuestros sentimientos, tanto de angustia, ansiedad o estrés como los positivos y felices son válidos. Lo que somos y lo que pensamos es válido e importa, pero debemos encontrar nuestra fortaleza interna para entendernos, comprendernos y así ayudarnos. Decidí escribir sobre este tema tan satanizado con el objetivo de concientizar sobre la existencia e importancia de los trastornos mentales, de darnos cuenta que a veces necesitamos detenernos aunque sea por un momento para dedicarnos tiempo a nosotros mismos y de presentarles un par de alternativas para hacer esto a través de la meditación. Lo más importante es entender que nunca es tarde para empezar a meditar. Y con esto dicho, no tiene por qué ser difícil hablar de salud mental.

 

“Si conquistas tu mente, puedes conquistar el mundo” - Guru Nanak Patricia

Jiménez Zepeda

 

 

 

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